Siguen la huella del artista barroco y llegan a la Costa da Morte.
Blas Espin Dur fue un platero
barroco que trabajó en su taller de Ponte do Porto desde 1783 hasta 1832, fecha
de su muerte. En esta época fue el orive más prolífico de la comarca con
destacados trabajos en numerosas parroquias, como cruces de plata, incensarios,
cálices, navetas. Dos de sus descendientes, Cheryl Simmons y Joyce Martinez
visitaron Ponte do Porto con sus esposos para conocer algo mas sobre su ilustre
antepasado y ver alguna de sus obras. Ellas son nietas de Jaime Mira
López-Espín, que emigró desde Cee a Cuba y Florida, siendo muerto en 1891,
acusado de espionaje para España durante la guerra de Cuba. Uno de sus parientes
americanos es hoy catedrático de arte en EEUU y esta interesado en conocer más
sobre el autor, nacido en San Nicola de Riva en Nápoles y casado en Ponte do
Porto con Tomasa Rodriguez. La última descendiente gallega con el apelllido
Espín fue Manuela FernÁndez espin de Camariñas, fallecida en 1963.
Blas Espin fue objeto de varios
trabajos, y estudiado por José Couselo Bouzas, Eva Añón y Xosé María Lema
Suárez. En 1993 tuvo lugar una exposición de sus obras en Ponte do Porto, y
también algunas se pudieron ver en Semana Santa de 2010 en la Casa de Cultura de
Vimianzo. Destacadas piezas suyas son las cruces de plata de Ponte do Porto,
Camariñas, Calo, Nande; los ostensorios de Traba, Camariñas, Ponte do Porto,
Calo, y Carantoña; o los botafumeiros y navetas de Baio, Ponte do Porto, Calo,
Leis y Camariñas. Como dice Xose Maria Lema, “o obradoiro de ouriveria que máis
traballou para as fegresias do arciprestado foi o de Blas Espin, este taller
mantívose activo durante uns cincuenta anos”. El autor napolitano tuvo dos
épocas, una barroca y una segunda neoclásica. Llegó a Santiago desde Nápoles
para trabajar en la catedral pero tras su boda se trasladó a Ponte do Porto,
tierra de su mujer.
Descendientes suyos en Ponte do Porto son las familias
Correa y Rodriguez Martinez, a “casa da botica” o de Mira. Una rama de los Espin
se instaló en Camariñas y otra en Cee, de esta última desciende Jaime Mira. El
apellido Mira llegó a Ponte do Porto desde Leiloio, emparentando con la casa da
botica, por eso las parientes del autor tambien visitaron esta parroquia y
familiares del grupo de los Mira en Laxe y Malpica.
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