Los canteros de Trasmiera dejaron su impronta en la Costa da Morte.
La escuela de canteros romanicos de Trasmiera dejó su marca en la ria de Camariñas. Es importante saber quién dejó escritos los mensajes de la piedra, quién trazó la barca del apóstol de Cereixo. Sus mecenas, los monjes benitos, la Iglesia compostelana, son los mismos que crearon el mito.El oficio de maestro constructor siempre guardó un cierto aspecto mágico de influencia de la divinidad. En la Edad Media se refuerza la concepción científica de la Creación, con imágenes en las que el creador utiliza el compás para diseñar el cosmos como el cantero o el albañil. Mediante la talla, la materia pétrea es elevada al símbolo.
El templo es construído para perdurar, con materiales fuertes, los propios instrumentos adquieren un carácter iniciático, el arte se transmite como secreto familiar y gremial, sus cofradías bajo divinidades paganas sustituyen sus patronos por modelos cristianos sin cambiar el ritual y las tradiciones técnicas. Así en el siglo XIX, corporaciones de albañiles turcos aún seguían la estructura, el ritual y los apelativos de las de tiempos del Imperio Romano, de Justiniano. En la época carolingia y en el primer románico el auge de la arquitectura religiosa reagrupó entorno a escuelas dirigidas por los benedictinos los antiguos colegios fabriles.
En los monasterios se descubrieron textos matemáticos de los griegos, el tratado de arquitectura de Vitrubio, la mística pitagórica de los números y la geometría de los sólidos platónicos con sus correlaciones armónicas. Los monjes-arquitectos y sus maestros de obra se lanzaron a largos viajes de aprendizaje en forma de peregrinaciones individuales o desplazamiento de grupos de compañeros. Con esta movilidad contribuirán a la difusión, al intercambio, de estilos e iconografías. Las cruzadas, la presencia musulmana en España, fomentarán los contactos con las tradiciones helenística y bizantina de Oriente y sus ramificaciones sirias, coptas, egipcias; con la evolución de los estilos en la cuenca oriental del Mediterráneo. Los maestros buscan la copia de modelos asentados, no fórmulas originales.
Cereixo-Vimianzo
A partir del s. XII las matemáticas y la geometría llegaron a ser un principio de interpretación teológica en la escuela de la catedral de Chartres. Thierry de Chartres explicaba el misterio de la trinidad con una demostración geométrica del triángulo equilátero. En la relación de Dios padre con el hijo se utilizó el cuadrado. El cosmos era una obra de arquitectura hecha por Dios, y sus coeficientes matemáticos eran similares a los de la música y la arquitectura. A partir de este siglo aparecen los gremios en España de forma patente, y nacen las corporaciones de obreros independientes, como la de los sastres de Betanzos, o los canteros y albañiles de Barcelona del 1211.
En Galicia seguían muy vivas las escuelas antes de la Guerra Civil. Las cofradías de canteros estaban formadas por operarios que pulían los bloques de piedra, de forma cúbica, los tallistas especializados en darle forma y los encargados de los planos y croquis. No eran albañiles vulgares de viviendas del pueblo, el oficio de maestro albañil tenía una consideración mítica, era un cargo importante en el sistema de clases de la sociedad medieval.
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